RENUEVA TU MENTE A TRAVES DE LA FE

Abraham vino a ser conocido como el padre de la fe, y tuvo que ser probado de muchas formas. Una de las características principales de Abraham era la manera como cuidaba su mente, el proverbista dijo: Guarda tu mente como a nada en el mundo. El protegió su mente guardando sus pensamientos, cuando venían pensamientos de duda o de temor pensaba en el poder de Dios. Todo aquel que ha entrado en la dimensión de la fe se sale de lo común, pues Dios al creyente le da una capacidad de desarrollar una fortaleza interna y esa fortaleza le da la energía para librar aun las batallas mas grandes y en todo momento salir mas que vencedor.

Como puedes renovar tu mente:

1. Abraham no se debilito por incredulidad: (Romanos 4:20)

Abraham no permitió la incredulidad. Una de las estrategias de Satanás es soltar semillas de duda en las mentes de las personas, ya que sabe que si acepta esa semilla esta dará el fruto de la duda que es el temor y esto conlleva al fracaso, Satanás un día soltó una semilla en la mente de Eva, la semilla de la duda: Con que Dios ha dicho no comáis de ese fruto, Dios sabe que el día que de el coman serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios conociendo lo bueno y lo malo. ¿Qué hizo satanás? Sembrar una semilla, la semilla de la duda y esa semilla trajo la destrucción en la primera pareja.

2. Murió a si mismo:

El Señor Jesucristo dijo a menos que el grano de trigo caiga en tierra y muera quedara solo pero si muere da mucho fruto. Para que entres en la dimensión de la fe, tienes que morir a todo, al vicio, a los malos pensamientos, a los malos deseos. Abraham tenia una relación con Dios, la Biblia habla que Abraham era amigo de Dios, le confiaba todos sus secretos, actuaba de acuerdo a Su palabra.

El Señor da Abraham la promesa y el creyó esa promesa la confesó todo el tiempo y Dios dio cumplimiento a esa promesa; nosotros hemos orado por una bendición, posiblemente por un ministerio y Dios nos concede esa bendición nos entrega lo que pedimos y una vez tenemos la tenemos cambiamos a Dios por lo que Él nos entregó y nos quedamos con la bendición. Así ocurrió con Abraham se quedo con la bendición y empezó a centrar toda su atención en su hijo; cuantas veces nos ha pasado nos entregamos de lleno a la bendición ya sea el ministerio, las finanzas, un hijo, etc., y dejamos a Dios a un lado. Abraham se enamoró de su hijo que Dios tuvo que pedírselo y Dios le dice Abraham: Dame tu hijo a quien tu amas. Lo interesante es que Abraham no dudo de lo que Dios le estaba pidiendo.

¿Cuál es tu Isaac?, ¿Qué es lo que tu mas amas con todo el corazón?, ¿Qué es lo que ocupa el primer lugar en tu vida?. Piensa por un momento que no tienes eso, ¿cómo te sentirías?; quiero decirte si hay un Isaac Dios te lo va a pedir y te va a decir hijo, hija dámelo porque el que debe ocupar el primer lugar en tu vida debe ser exclusivamente Dios.

Cuando Dios nos pide algo no es fácil pero cuando obedecemos vemos la bendición plena de El en nuestras vidas. Si el grano de trigo cae en tierra y muere da fruto al 30, 60 y 100% por uno; cuando Dios le pide a Abraham dame tu hijo él era su semilla, la semilla que él mas amaba; para Abraham era doloroso, era morir pero la sembró.

3. Abraham creyó a la palabra a la promesa:

Un niño en una ocasión estaba jugando con un centavo y el centavo se le cayó en un jarrón, el niño metió la mano en el jarrón y tomó su centavo pero cuando fue a sacar la mano esta no le salía y el niño empezó a gritar: papá, papá mi mano no sale y el papá va y lo mira y le dice hijo abre la mano y el niño le dice no porque se me cae el centavo, y el papá saca un billete y le dice hijo esto vale mas que el centavo abre la mano y el niño dijo no, yo quiero mi centavo. ¿Cuántas veces nosotros somos así? Dios nos dice hijo suelta el centavo y tu te aferras a eso y dices Señor no porque es lo que amo, y el Señor te dice hijo tengo una bendición más grande para ti que ese centavo suelta ese centavo y yo te doy la bendición.

Abraham le creyó a Dios y eso es la fe, fe es creerle a Dios, creer lo que El dijo, cada palabra que Dios le decía Abraham no la tomaba a la ligera, él meditaba en esa palabra y se convertía en su apoyo en su fortaleza.

Abraham confesaba continuamente la palabra de Dios y cuando Él le dijo dame tu hijo a Isaac a quien amas, Abraham no lo dudo, él pensó si Dios me lo pide yo se lo voy a dar porque yo sé que Dios siempre tiene algo mejor para cada uno de nosotros.

4. Renovó su mente:

Pablo dijo que debemos renovar nuestra mente, el día en que tu no renueves tu mente has caído en legalismo, no permitas que los hombres esclavicen tu vida, con doctrinas y dogmas que ni siquiera ellos mismos han podido cumplir. Debemos renovar nuestra mente, cuantos lideres con ministerios poderosos están encarcelados dentro de una rígida estructura denominacional, ponen freno a la gente y no los dejan desarrollar porque un día Satanás sembró la semilla de la duda y les puso temor.

Salomón dijo porque conforme es su pensamiento en su corazón tal es él (Proverbios 26:2), nosotros somos la suma de lo que pensamos, nos convertimos en aquello que hemos aceptado dentro de nuestra mente hay pensamientos que vienen de Dios y hay pensamientos que vienen del adversario, nosotros estamos como en el lugar intermedio; cuando las ideas de Dios caen en una mente pura no contaminada por nada, purificada y renovada por el poder del Espíritu Santo esas ideas se transforman en ministerios poderosos que cambiaran vidas y transformaran naciones enteras.

Que importante es que dejemos que la semilla de vida entre dentro de nosotros, su mente es terreno solo para una clase de semilla o es la semilla de la palabra de Dios o es la semilla de la duda que produce temor.

El enemigo lucha en todas las formas de bombardear tu mente con pensamientos, él sabe que si tu los aceptas tu voluntad se debilita y al debilitarse tu voluntad quedas completamente desprotegido.

“TODO LO QUE PRETENDA DOBLEGAR LA VOLUNTAD DEL SER HUMANO, NUNCA VIENE DEL ESPÍRITU, EL SEÑOR PARA QUE TU LE SIRVAS NO VA A QUEBRANTAR TU VOLUNTAD, SIEMPRE ESPERA QUE NOSOTROS EN NUESTRA PROPIA VOLUNTAD LA RINDAMOS A ÉL Y A SU SERVICIO. POR ESO ES IMPORTANTE QUE RENUEVES TU MENTE Y QUE CREAS QUE DIOS ES PODEROSO PARA CUMPLIR CON AQUELLO QUE TE PROMETIO.”